Medida del mar

de Alva Mooses

curada por Elisa Gutiérrez Eriksen
Julio - Agosto 2024.


Medida del Mar es la primera exposición individual de la artista Alva Mooses en la Ciudad de México, y reúne obras recientes que se han desarrollado de manera material, conceptual y afectiva. Incluye recortes de aluminio, textiles, grabados, cerámicas y una instalación sonora resultante de exploraciones desarrolladas a lo largo de varios años. La investigación de Mooses se originó a partir de un modelo de globo terráqueo moldeado en barro en el que la artista reconfigura el arco, la base y las perillas que atraviesan el eje de la tierra. Así, a través de estructuras rotas, Mooses genera una serie de símbolos que, aunque asémicos, resaltan la posibilidad de nuevas construcciones, lenguajes y formas de medir el mundo. En Medida del Mar, Mooses explora el escurrimiento, el drenado y el hilado, y repiensa los dispositivos de medición del mundo mientras traza hilos formales y afectivos entre el cuerpo y la tierra.

Las evocaciones de una tierra colapsada tienen connotaciones políticas, sociales y ambientales al mismo tiempo que subvierten las líneas y fronteras impuestas por un deseo colonizador e imperial. En Medida del Mar (2024), una pieza textil de la que surge el título de la exposición, el lino se tiñe con índigo sobre cochinilla ––dos pigmentos entrelazados en historias de colonización. En esta pieza Mooses recupera la forma del globo terráqueo tal como se ve desplegado en una proyección cartográfica, y utiliza el peso y los pliegues de la tela de lino para evocar la piel o partes del cuerpo como senos o vientres de embarazadas, al mismo tiempo que invoca grandes cuerpos de agua. Mooses reflexiona sobre su experiencia de convertirse en madre, la idea de hacer un mundo en el cuerpo y la dramática transformación del cuerpo durante el embarazo y el parto.

En Anclas (2024), un grupo de piezas cerámicas con formas de mazorca de maíz esculpidas a mano y que sostienen una cadena de collar destada, sugiriendo un tipo de cuerda náutica a la vez que un cordón umbilical, Mooses honra aún más la maternidad, que para la artista incluye la autonomía reproductiva. En Hélice (2017), una serie de monotipos compuestos por arcos espejeados y hechos con pigmentos crudos en diferentes tonos de azul, Mooses propone múltiples configuraciones de cuerpos de agua cuyas formas se repiten a lo largo de la exposición.

En otra exploración de índigo sobre tela, Lóbulos (2024), la artista tiende múltiples piezas de seda con diferentes intensidades de tinte índigo que toman su forma a partir de los pétalos o cortes de diagramas desplegados de la tierra. En el lexicón de la artista, las formas estiradas en Lóbulos se transforman en lenguas al tiempo que evocan antiguas formas terrestres como las estalactitas. Esta instalación dialoga con la obra literaria de Gloria Anzaldúa, quien en su libro Borderlands escribió: “Tendré mi lengua de serpiente, mi voz de mujer, mi voz sexual, mi voz de poeta. Superaré la tradición del silencio.” (Anzaldua, 59) La variedad de matices de índigo que nos ofrece la artista, señalan los vastos linajes culturales, políticos y espirituales del pigmento.

Los tonos azules de Lóbulos son reinterpretados acústicamente en Pulso Telúrico (2024), una pieza sonora de tres canales en loop, inspirada en los sonidos del agua en la que el golpeteo de piedras, el aleteo de telas y un violín, actúan como instrumentos de percusión que traen a la memoria la respiración, el viento, las olas, así como ciertas formas de trabajo. Esta instalación sonora, un trabajo colaborativo creado con Ukiah Mooses, hermana del artista, es un diálogo continuo que evoca elementos cíclicos dentro de la naturaleza.

En Turtle Face and the Last Drop (2024), Mooses reúne un nuevo vocabulario visual representado a través de recortes de aluminio golpeado. La instalación a pared incluye secciones del soporte del globo terráqueo deconstruido, y referencias a narrativas animales y humanas que aluden a representaciones de artefactos prehistóricos de barro, incluyendo diferentes contenedores para agua y leche. Las imágenes del soporte del globo retorcido aparecen también en Medidas (2023), una serie de grabados que consideran la historia heredada del mapeo colonial dentro del grabado occidental.

Al interactuar con distintos materiales, simbologías y lenguajes pictóricos, Mooses crea un nuevo mundo de poéticas regidas por procesos materiales y químicos que reivindican al mundo natural frente a un sistema cartográfico impuesto. Medida del Mar invita al espectador a re-orientar su atención hacia las texturas, las superficies y los tonos, a través de un lenguaje que afirma al cuerpo y a la tierra como seres interrelacionados.


Salón Silicón presents the first solo exhibition in Mexico City by Brooklyn-based artist Alva Mooses. Medida del Mar features the artist’s recent works, which have developed in material, conceptual, and affective ways. The exhibition includes aluminum cutouts, textiles, prints, ceramics, and a sound installation resulting from investigations developed over several years. Mooses' imagery originates from a terrestrial globe model cast in clay in which the arc, base, and knobs traversing the axis are reconfigured. Through broken structures, Mooses generates a series of symbols that, although asemic, highlight the possibility of new constructions, languages, and ways of measuring the world. The artist explores wringing, draining, and spinning––rethinking world-measuring devices while tracing formal and affective threads between body and earth.

The evocations from a collapsed earth have political, social, and environmental connotations. Simultaneously, they subvert the lines and borders imposed by a colonizing and imperial desire. In Medida del Mar (2024), a textile piece from which the exhibition title stems, linen is dyed with Indigo over Cochineal, two pigments entangled in histories of colonization. Mooses recovers the shape of the globe as seen unfolded in a map projection. She uses the weight and creases of the linen fabric to evoke skin or body parts, such as breasts or pregnant bellies, while summoning bodies of water. Mooses reflects on her experience of becoming a mother in this work: the idea of making a world in one’s body, and the dramatic transformation of the body during pregnancy and birth.

In Anclas (2024), a hand-sculpted ceramic corn form upholds an unbound necklace chain, recalling a nautical rode and a navel string. This work further honors maternidad, which for the artist includes reproductive autonomy. In Hélice (2017), a monoprint series comprised of mirrored arcs stenciled with raw blue pigments, multiple configurations suggest bodies of water that are echoed elsewhere in the exhibition. In another exploration of indigo on fabric, Lóbulos (2024), Mooses displays multiple silk drapes with varying intensities of indigo dye that take their form from the petals or gores of unfolded globe diagrams. The stretched forms in Lóbulos become tongues in the artists' lexicon while reminiscing ancient earthly forms such as stalactites. The installation alludes to the writings of Gloria Anzaldua, who wrote, “I will have my serpent’s tongue–my woman’s voice, my sexual voice, my poet’s voice. I will overcome the tradition of silence.” (Anzaldua, 59) Mooses offers an array of indigo tones, signaling the material’s vast cultural, political, and spiritual lineages.

The blue tones of Lóbulos are reinterpreted acoustically in Pulso Telúrico (2024), a three-channel looped sound piece inspired by the sounds of water in which the tapping of stones, the flapping of fabric, and a violin act as percussive instruments evoking breath, wind, waves, and forms of labor. This sound installation, a collaborative work created with Ukiah Mooses, the artist’s sister, is an ongoing dialogue that further evokes a cyclical nature.

Mooses brings together a new visual vocabulary in Turtle Face and the Last Drop (2024), rendered in pounded aluminum cutouts. The wall installation includes sections of the deconstructed globe stand and references to animal and human narratives that call to mind representations of prehistoric clay artifacts that include water and milk containers. The twisted globe stand imagery reappears in Medidas (2023), a series of etchings that consider the embedded history of colonial mapping in Western printmaking.

By engaging with distinct materials, symbologies, and pictorial languages, Mooses creates a world of poetics guided by material and chemical processes that vindicate the natural world against an imposed cartographic system. Medida del Mar encourages viewers to orient their attention to texture, surface, and tone, in a language that affirms the body and the earth as interrelated beings.